15 de noviembre de 2012

Práctica 6.3


La entrevista de trabajo suele ser vista generalmente como el ÚLTIMO obstáculo para encontrar un empleo que nos permita disponer de una renta para vivir. Dejando de lado aspectos más o menos coyunturales como pueden ser la actual crisis económica o los despidos (aquí uno de los últimos casos), esta "cita" laboral suele hacer que los solicitantes de empleo se pongan nerviosos ante la sensación de sentirse evaluados.

Teniendo en cuenta esta situación, los solicitantes de empleo tienen a su disposición gran cantidad de páginas web y otras fuentes de información  donde pueden encontrar consejos útiles para afrontar con éxito una entrevista de trabajo.

Una de estas webs es la del Gabinete de Iniciativas para el Empleo de la Universidad de Alicante. Desde este sitio, se dan consejos para enfrentarse a una entrevista de trabajo. Ésta es un evento que debe prepararse con anterioridad, por lo que el solicitante de empleo debe hacer gala de una gran PREVISIÓN y PROACTIVIDAD. 

Así, antes de presentarse al proceso de selección es recomendable buscar información sobre la empresa en cuestión y el puesto que oferta y, entre otras cosas, conocer perfectamente nuestro currículum, nuestra formación y experiencia y nuestras aptitudes.


Otro de los aspectos a depurar a la hora de presentarse a una entrevista es el LENGUAJE NO VERBAL. Se debe mostrar calma y seguridad al mismo tiempo. Esto se consigue, por ejemplo, mediante la mirada directa a los ojos del entrevistador, colocando las manos encima de la mesa y sentándose con la espalda recta.



En cuanto a mi experiencia personal en lo que a procesos de selección se refiere, sí que me he tenido que enfrentar a alguna entrevista de trabajo. Tras todo lo estudiado en esta asignatura y en esta práctica, considero que no iba bien preparado para tener éxito en esa entrevista, como así sucedió.

Para empezar, no entré con buen pie. Además de no llegar solo al lugar de la entrevista, estaba muy nervioso y no pude comunicarme correctamente. Tampoco llevaba bien preparado mi currículum, ni lo que iba a decir ni mi vestuario. Por ello, al no tener preparado mi discurso ni presentar una imagen lo suficientemente aceptable, no pude superar la entrevista y no conseguí ese empleo.

Respecto a las preguntas que me formularon, la mayoría iban orientadas a conocer mi experiencia laboral, las funciones que realizaba en mi último trabajo y en el tipo de puesto al que aspiraba dentro de esta empresa.


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